Muchas veces vemos a los niños tratando de resolver pequeños problemas en la vida cotidiana, por ejemplo, tomar algo que esta fuera del alcance, sacar un objeto de una botella, etc.

Estos pequeños desafíos promueven que los niños busquen formas de resolver problemas, por ello es importante que los adultos pongamos atención y evaluemos si es necesario intervenir o no. Muchas veces como padres intervenimos y resolvemos el desafío sin darle la oportunidad al niño de intentarlo.

En ocasiones, si se ve una situación grave o peligrosa, es relevante intervenir y ayudarlos a resolver ese problema, sin embargo, también es importante que ellos aprendan a tomar decisiones y que se equivoquen.

Hoy te invitamos a que observes las situaciones y evalúes si el niño puede resolver el desafío. Muchas veces, ellos buscan ayuda de manera espontánea cuando no lo logran y eso también es parte de la resolución de problemas, si no lo hace y usted ve que le cuesta, puede ofrecer la ayuda, dándole la oportunidad de que el niño evalúe la situación.

El límite está en saber identificar cuándo es necesario ayudarlos o cuándo es momento de que ellos resuelvan por sí solos. Claramente hay que intervenir cuando la situación presenta un riesgo para el niño y señalar porque se intervino y mostrarle el riesgo asociado.

Uno de los programas de la Fundación CMPC es HIPPY (Home Introduction for Parents of Preschool Youngsters), instancia que consta de visitas domiciliarias para empoderar a los padres/madres para que sean los primeros educadores y formadores de sus hijos o hijas en el hogar. Este programa surgió en Israel hace 50 años y actualmente tiene presencia en 14 países.