Juego y descubro
Revisa entretenidos consejos para reforzar y estimular el desarrollo en niños y niñas entre los 2 a 4 años
Esta etapa se caracteriza porque los niños simulan o representan situaciones, objetos o personajes que no están presentes.
A través de juegos los niños y niñas pueden experimentar felicidad, disfrutar y aprender. Debido a esto, es una de las tareas más importante en la etapa de la vida en la que se encuentran.
Impulsar actividades de juego les permite desarrollar diferentes habilidades, tanto motrices, del lenguaje y socioemocionales. Asimismo, al gatear o compartir algún juguete, están conociendo y explorando sus capacidades, como también descubriendo su entorno.
El juego es fundamental para el crecimiento de los niños y niñas. En esta línea, Fundación CMPC, recomienda que un adulto esté atento mientras juegan, ya que les brinda confianza y seguridad para explorar y descubrir en un espacio seguro, dispuesto por los tutores.
Mientras los niños y niñas estén jugando, los padres pueden usar señales que les manifieste seguridad y confort como miradas, sonrisas o comentarios positivos. En esta misma línea, cuando se sientan frustrados, animarlos con palabras cariñosas.
Respecto de esto, destacan que cuando el cuidador se involucra en el juego de sus hijos e hijas, les transmite amor, por tanto, los niños y niñas aprenden a confiar en los adultos y el ambiente que los rodea.
Juegos simbólicos para niños y niñas
La etapa en que se encuentran los niños y niñas de 2 a 4 años se caracteriza porque imitan o representan situaciones, objetos o personajes que no están presentes.
Por lo mismo, Fundación CMPC recomienda actividades vinculadas al “Hacer como si” o “Pretender Hacer”.
A través de estos juegos, los niños y niñas pueden ir comprendiendo el mundo adulto de manera simbólica y didáctica. En este reflejan los conocimientos que tienen del entorno, así como ponen en práctica las claves sociales y culturales que han percibido.
Para realizar estas actividades no es necesario utilizar juguetes específicos, se pueden ocupar materiales cotidianos y con la imaginación de los niños y niñas pueden tener una transformación asombrosa.
Una caja se puede convertir en un camión, disfraces pueden impulsar nuevas aventuras o jugar a la escuela, donde los alumnos son representados por peluches son parte de las muchas formas de recrear situaciones.
En este ciclo de sus vidas los más pequeños comienzan a desarrollar el “mundo de fantasía”, que les permite usar la imaginación y creatividad sin límites propios de esta edad, causando gran disfrute en ellos.