Noticias

Pantallas y tecnología: ¿Cuál es el rol de madres, padres y cuidadores?

Si bien no hay evidencia experimental de que puedan provocar daños, sí se debe tener control sobre el tipo de contenido y la cantidad de horas que los niños y niñas se exponen a una pantalla.

Actualmente, la tecnología y dispositivos móviles son parte de la vida y uso diario de todas las personas alrededor del mundo. Sea por ocio, por trabajo o para educarse, cada vez es más la población que tiene acceso a internet, hecho que no solo ha significado el desarrollo de la tecnología, sino que también el control que se debe tener sobre ella.

En los niños y niñas, específicamente, el uso de la tecnología causa cierta controversia, ya que si bien no hay evidencia experimental de que pueda provocar daños, sí se habla de tener control sobre el tipo de contenido y la cantidad de horas que se exponen a una pantalla.

Con ese mismo objetivo, el programa HIPPY de Fundación CMPC, organizó un webinar en el que se debatió y conversó sobre este tema. Durante esta instancia participaron Paulina Ruiz, socióloga con Máster en Comunicación Social y Educación de la Pontificia Universidad Católica de Chile y Pablo Escobar, sicólogo de la Universidad Autónoma de México.

La directora Ejecutiva de Fundación CMPC, Carolina Andueza, afirmó que “cada familia es un mundo distinto, pero tenemos que evitar que la tecnología haga el rol del cuidador, las interacciones con nuestros niños, especialmente los pequeños, son irreemplazables”.

Según las cifras, en Chile, el 67% de los hogares contaba con acceso a internet fijo el 2021, cifras que reflejan que esta tendencia va en aumento. Además, de acuerdo a datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), entre 2021 y 2022, el uso de dispositivos y pantallas supera al número de población nacional, es decir, hay más aparatos tecnológicos que personas.

Con respecto al acceso a la tecnología, Paulina sostuvo que “en los hogares ya no existe un lugar asignado para el uso de un dispositivo, ya que todos pueden tener uno y utilizarlo en cualquier parte de la casa. Tenemos un contexto distinto. Sin embargo, no siempre tiene que ver con el acceso o la tecnología dentro de la casa, sino que se relaciona con el contenido que se está viendo. La tecnología en sí misma no es el problema, sino en cómo la utilizamos y cómo la integramos en la vida familiar”.

En cuanto al tiempo de calidad y saludable frente a una pantalla, Paulina señaló que este ítem es fundamental en primera infancia: “Uno de los factores que implica, en mayor medida, el uso de pantallas de los niños, es el uso de pantallas por parte de cuidadores, padres y madres. Es muy importante la convivencia, ellos imitan. A mayor uso de celulares por parte de los adultos, significa una menor interacción social con los niños. Nosotros los adultos también influimos y somos responsables”.

A nivel nacional, el promedio de edad para el primer teléfono de niños y niñas es de 10 años. Si bien, hay muchos que critican los daños, es más importante poder reducir y evitar el acceso a dispositivos, según la edad. Hasta ahora no existe evidencia cuasi experimental que señale que sea negativo, lo que sí es importante es asociar el uso a algunas actividades y funciones específicas de los menores.  

En relación con lo anterior, Pablo, señaló que “es importante ver para qué se usan las pantallas y la tecnología, ya sea para el ocio o aprendizaje. Claramente hay experiencias particulares, que dependen de variables contextuales, de que para algunos niños ha sido beneficioso y para otros niños, con mayor nivel de vulnerabilidad, el efecto ha sido más complejo”.

“Por ejemplo, la recomendación es que los niños menores de dos años no tengan interacción con las pantallas, pero más allá de eso y de lo bueno o lo malo, lo importante es pensar en las interacciones positivas con las pantallas. En cuanto a los contenidos, yo creo que nuestro rol mediador es relevante, antes de entregarles el acceso, es importante saber qué están haciendo o viendo”, agregó.

Déjanos tu comentario

*Campos requeridos